Un libro al día
Cada día, una nueva reseña
viernes, 12 de diciembre de 2025
REFLEXEÑA 2x1: Renaissance, la caída de los hombres, y Renaissance, la ira de los vencidos, de J.J. Lucas
jueves, 11 de diciembre de 2025
Malcolm Lowry: Ultramarina
Título original: Ultramarine
Traducción: Jaime
Zulaika
Año de publicación: 1933
Valoración: Se deja leer
Es admirable hasta qué punto nos fascinan las
aventuras marítimas, no digamos en medios audiovisuales, pero también en el
mundo de los libros la literatura oceánica ocupa seguramente miles de volúmenes
de todas las épocas y bajo todos los enfoques. Debe ser la vulnerabilidad del
navío, un puntito minúsculo perdido en la inmensidad del mar, azotado a veces por
tempestades monstruosas, el aislamiento de los viajeros, las distancias que en otras épocas solo podían
medirse en meses, la aventura de
descubrimientos insólitos.
Pues he aquí que Malcolm Lowry, autor británico más famoso
por su novela Bajo el volcán, con notables problemas con el alcohol y
tendencias autodestructivas, escribe su primera obra con solo veinticuatro
años, justamente sobre su experiencia en un viaje de diez meses en un carguero.
El joven burgués Lowry, que ya apuntaba hacia la insatisfacción permanente y
las tormentas interiores, se embarca sin más motivo que vivir algo intenso, la
intención de descubrir quizá más cosas
de sí mismo que de latitudes exóticas, y probarse en un medio duro, rodeado por
gentes curtidas que de inmediato le desprecian porque ha hecho perder su
trabajo a otro aprendiz, y su padre le ha llevado a los muelles en un lujoso
automóvil.
La principal peculiaridad del libro es que realmente se
parece poco a todo lo demás que conocemos de esa literatura marinera: no
sabemos cuál es la trayectoria del viaje (apenas que recala en un par de
puertos asiáticos), ni tenemos noticia de acontecimientos relevantes (la
tormenta, situaciones de peligro o incertidumbre, movidas entre la tripulación),
ni parecen interesar demasiado reflexiones en torno a los paisajes, la soledad, el aburrimiento, el
miedo o la excitación derivados de la distancia, la perspectiva del regreso,
cuestiones que parecerían oportunas en estas circunstancias.
Lo único que ocupa la mente de Dana Hilliot (protagonista y trasunto del autor) son tres cosas:
- Su novia Janet, relación de toda la vida, en la que piensa a todas horas. La añora, recuerda su perfume, su voz, escenas vividas, paisajes compartidos. Amor romántico, total, incondicional.
- Las escalas en los puertos ofrecen sexo a mansalva, el tópico de los sórdidos burdeles para marineros. Hilliot se resiste porque piensa siempre en Janet, aunque la tentación es muy fuerte. La otra opción de desparrame es el alcohol en cantidades sobrehumanas, un problema que el propio Lowry llevaba encima como queda dicho.
- Ganarse el respeto de la tripulación era la obsesión permanente del joven. A veces se acobarda, y otras se decide a mostrarse temerario o brutal para impresionar a sus compañeros
Del resto del viaje, como decía antes, no nos llegan
apenas noticias, porque a Lowry tampoco parece interesarle demasiado. De manera
que el relato se resuelve entre largas reflexiones (recuerdos, deseos) en torno
a la amada, y un interminable registro de charlas entre marineros,
conversaciones medio interrumpidas mientras se juega una partida de algo,
maldiciones y proyectos de juergas en el próximo puerto, batallitas de otras
épocas y otras naves, todo entremezclado hasta parecer una sola voz, un sonido
de fondo emitido por individuos que forman un colectivo indistinguible.
La verdad es que este esquema de monólogos y voz coral con
muy poca acción real transmite cierta sensación de sinceridad, Lowry está
grabando lo que realmente le importa y uno se siente un poco en su propia piel,
entiende la intensidad de sus sentimientos y su zozobra, nunca mejor dicho, al
reunir lo que parecen certezas indiscutibles con una especie de ansia abstracta
por algo todavía no identificado. Otra cosa es que estas sensaciones sean
suficientes para sostener un relato, que es a fin de cuentas de lo que se
trata. Aunque la novela no es larga, no dejan de ser demasiadas páginas de obsesiones
e introspección algo monótonas que hacen que no sea fácil mantener el interés.
miércoles, 10 de diciembre de 2025
Theodore Sturgeon: Cuerpodivino
martes, 9 de diciembre de 2025
Luis Mario: Calabobos
lunes, 8 de diciembre de 2025
Coda a la Semana de la poesía: El ritmo de las agujas del reloj de Grand Corps Malade
Título original: Patients
Año de publicación: 2012
Traducción: Joan Riambau
Valoración: está bien (sobre todo, para fans)
No os voy a engañar, porque lo de "Coda a la semana de la Poesía", con un título tan cuqui además como El ritmo de las agujas del reloj puede dar lugar a equívocos, así que os lo diré cuanto antes: éste no es libro de poemas -pese a que sí encontramos alguno que otro-, pero está escrito por un señor que podemos considerar como un poeta (más o menos y entre otras cosas) y que nos cuenta aquí el episodio, no sé si más transcendente, aunque con bastante probabilidad el más decisivo de su vida... El título original, en francés tal vez os dé una pista: Patients, es decir, pacientes... porque sí, queridos y queridas lectoras del blog, nos encontramos ante un libro de (HORREUR) autosuperación y, además de la peor clases, de esos que cuentan alguna vivencia traumática para hacerle chantaje emocional al lector y éste no se sienta capaz de reconocer que el libro es una mierda decepción, aunque hasta la última célula de su ser le indique que sí... Quizá yo sea demasiado duro de corazón, pero, así por de pronto, es el tipo de libro que no tocaría ni con un palo con pincho, a no ser... a no ser por quién es su autor, claro.
domingo, 7 de diciembre de 2025
Semana de la poesía: Mientras tanto cógeme la mano de Kirmen Uribe
Título original: Selección de poemas de Bitartean heldu eskutik y del libro-disco Zaharregia. txikiegia agian
Año de publicación: 2001
Traducción: Kirmen Uribe, Gerardo Markuleta y Ana Arregi
Valoración: Bastante recomendable
Tengo los dos libros en casa: la edición en euskera de Bitartean heldu eskutik (Susa, 2001) y Mientras tanto cógeme la mano (Visor, 2004), versión bilingüe y parcial, eso sí, ya que no todos los poemas de aquel se trasladan al idioma de Cervantes, y con el añadido de algunos poemas del libro-disco Zaharregia. txikiegia agian. Hay que decidir, por tanto, qué leer y qué reseñar.
Bien, opto por la versión bilingüe, por ser la versión a la que la mayoría de nuestros lectores pueden acceder, pero leyendo los poemas en euskera, por aquello de que tengo la impresión de que buena parte del poema se queda por el camino en la traducción. No me refiero a este poemario en particular, sino a la todo la poesía traducida. Equivocada o no, es mi opinión. Dicho esto, ¡al lío!
Los poemas de Kirmen Uribe son, por lo general, sencillos (que no simples) y accesibles al público en general. El autor huye de lo barroco y de lo críptico y ofrece textos que se mueven a veces en la frontera entre el microrrelato y el poema, que están cerca de la oralidad o de lo popular y en los que se observa una fuerte influencia del entorno físico y emocional. Así, pone el foco en las pequeñas cosas de la vida (un secreto, un error, un gesto), que son trasladadas al poema y puestas en relación con el pasado y con el presente.
Dice el autor en "Un secreto", texto que sirve de prólogo a la compilación, que Un poema es ritmo, es estructura, pero sobre todo, es sentido. En general, estoy de acuerdo con esta afirmación y, además, creo que los textos aquí agrupados tienen esos tres ingredientes.
El ritmo lo consigue gracias a la repetición de fonemas, series de palabras o estructuras gramaticales, a las rimas, a las enumeraciones y a la propia estructura de los textos.
En cuanto a la estructura, predominan la forma de "canción" y el poema narrativo. Pero llama la atención que muchos de los poemas comparten, además de esas repeticiones y reiteraciones de las que hablaba, versos (o estrofas) que vendrían a funcionar como estribillo (Zuhaitzen denbora, por ejemplo).
La conjugación de estos dos elementos dota a los poemas de Kirmen Uribe de una musicalidad especial que no resulta fácil de trasladar a otro idioma.
Respecto al sentido, hemos de buscarlo en la realidad. Se trata de texto anclados en fragmentos de realidad en la que se entrelazan experiencias personales o familiares y un paisaje real o sentimental en el que el/la mar o la naturaleza son motivos recurrentes. Así, los temas podemos agruparlos en cuerpo, aprendizaje / iniciación, amor, identidad, palabra, tiempo y memoria, pero siempre tratados desde lo pequeño, escapando de lo grandilocuente.
En resumen, poesía apta para todos los públicos, poesía de lo pequeño e importante (unas sabanas tendidas, una caricia, una carta, un anillo perdido y encontrado), poesía de los gestos, poesía, como dice en Maiatza, poema que condensa a la perfección el universo de Uribe, para hablar de las cosas de siempre, del valor que tiene ser amable, de la necesidad de arreglárselas con las dudas, de cómo llenar los huecos que tenemos dentro.
También de Kirmen Uribe en ULAD: Lo que mueve el mundo, La hora de despertarnos juntos y Bilbao - New York - Bilbao
sábado, 6 de diciembre de 2025
Semana de la Poesía: Fuego la sed de María Sánchez
a cada instantealguien tocasuavemente a la puertadel universo¿prestaréis ahoraatención?
aquel al que llamabais salvajeofrecía disculpas a los seresque tomaba prestados
QUISISTEIS CAMBIAR EL ROSTRO DE UN PAISAJEa la fuerzafiebre nueva el deseoel deseo de nombrarloabsolutamente todo
las aves más pequeñasse transformancada vezmás deprisa más deprisaen un mundoque se calienta






